domingo, 12 de mayo de 2013

MATEMÁTICAS


Saber matemáticas es saber hacer cosas con lo que aprendes. Por eso cuando estudias matemáticas debes tener constantemente tu lapicero en acción. Repite ejemplos, haz los ejercicios, invéntate otros.
Dibuja a tu modo. Repite a tu modo las gráficas, imágenes y esquemas que el texto te va proporcionando. Hazte tú mismo las que te puedan ayudar a dominar lo que lees. Los diferentes objetos matemáticos son herramientas para hacer algo con ellos.
Entérate bien a fondo para qué sirven y cómo se manejan. Observa cómo los utiliza el profesor, tus compañeros, para hacer tú igual. No permitas que sea otro el que los usa delante de ti mientras tú te limitas a mirar pasivamente. La pregunta es el anzuelo para pescar en el mar de las ideas.
Pregunta. Quien pregunta aprende. Pregunta cuanto antes puedas aquello que no entiendas bien. Al profesor, a tus compañeros. Lo que te parezca entender, coméntalo para asegurarte de que lo entiendes bien.
Para qué la memoria en matemáticas. No trates de memorizar nada antes de haber entendido bien a fondo. No trates de memorizar nada antes de haber experimentado un buen rato con los objetos que tienes delante. Observa con atención los diferentes pasos por los que procedes. Esto es lo más interesante que has de tratar que quede en tu memoria.
Activa frecuentemente lo que has aprendido. No dejes que las cosas se te oxiden por no usarlas. Cada semana trata de activar, hacer ejercicios, problemas que tienen que ver con las cosas que esa semana has aprendido. Cada mes trata de activar las cosas que has aprendido a lo largo del mes. No hace falta que esperes a que vengan las evaluaciones.
Memoriza lo que es de uso constante. Te vendrá bien aprender de memoria alguna que otra fórmula sencilla y de uso constante, pero nunca trates de retener fórmulas complicadas en la cabeza. Te equivocarás con frecuencia. Más te vale tratar de retener las ideas del proceso por el que se llega a ellas.

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